16 mayo 2007

Otros tiempos, otras mondarinas

Pues lo mismo que cambian las modas, los peinados, las músicas y demás zarandajas cotidinas que no nos llevan a nada, pues igual con la fruta; los citricos españoles ya no están de moda, ahora las naranjas y demás citricos que ingerimos vienen de allende los mares (Marruecos, Chile y Sudáfrica).
Que ya sé yo que eso al grueso de la población no le es de gran interés, porque al fin y al cabo, al que compra cítricos en un super le van a costar lo mismo, pero deja tras de si un nutrido grupo de campesinos arruinados y cuya única salida es vender sus tierras e irse a la ciudad (eso el que tenga tierras codiciadas por el demonio de la urbanización descontrolada, el resto se las comerán con papas fritas)

Este año la cosecha de cítricos no se ha vendido, es más, no los quieren ni regalados, y esto no es una forma de hablar; llegados a este punto, tendríamos que pagar para tirar la fruta al suelo o si no los árboles se partirán y enfermarán; no son árboles como los que hay en la naturaleza, son de producción intensiva y el fruto es excesivo para que el árbol se deshaga de él de forma natural. El tirar la fruta al suelo no es solución (almacenarla, por ejemplo en cajas para tirarlas al basurero, supone 5 ctms. por kilo y hay cientos de miles de kilos), si se tira la frutar al suelo, ésta formará un compostaje excesivo en cítricos, con lo cual sólo empobrecerá el suelo y alterará su química, ya de por si alterada por la producción intensiva...

Quienes hayan probado lós magníficos cítricos de mi casa, que los guarden en sus memorias, porque creo que hemos dado la última cosecha al mundo. Ahora sólo nos queda esperar a que el monstruo de cemento invada los campos que un día producían jugosas y dulces frutas; tenemos la ¿Suerte o desgracia? de estar cercanos a la capital, cuya expansión se está produciendo hacía esta zona...

Ultimamente tengo a todos los amigos y conocidos abandonados, puedo esgrimir una excusa naranja, no, no es una excusa cyberdarkiana (ello/as me entienden), cuyo inicio, desarrollo y enlace algún día relataré con más tiempo. Ha sido agotador comprobar que el trabajo de décadas se va a ir por el desagüe y aquí paz y después gloria.
En fin querido/as, ya no podre decir que soy agricultora (cosa que me producía cierto orgullo) ni podré seguir haciendo apología de mis frutas naranjas; Se avecinan tiempos de barbarie...

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