Vengo a comprar una hipoteca

He estado leyendo últimamente libros sobre linguística y tb algunos compendios sobre el uso de la lengua y me he tropezado con la curiosa frase que da título a esto.

La manipulación del lenguaje es algo que viene de antiguo, y que por supuesto se sigue practicando hoy con más saña que nuca, he aquí un ejemplo:
VENGO A SOLICITAR UNA HIPOTECA

¿Cómo que vienes a solicitar una hipoteca? ¿Acaso los bancos son vírgines o deidades que oyen las suplicas de los rogantes? Porque solicitar, se le solicita a Dios un milagro, un amor o que te toque la loto, pero a un banco...

Se solicita un préstamo a un amigo, porque, primero: no te cobra intereses, y segundo: la mitad de las veces no se lo devolverás

Se solicita ser recibido en audiencia por el papa

Se solicita el perdón

¡¡Pero las hipotecas ñoras y ñores se compran!! Porque todos aquellos que hipotecado se han, pagan más del doble de lo solicitado por el préstamo de eses dinero en concepto de intereses. Así que, a partir de ahora, cuando volvamos a hipotecarnos, le diremos al maromo de turno que nos atienda: "Vengo a comprar una hipoteca" Por que de seguro que este tipo de sitios cobran (y mucho) por prestarte dinero.


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LA VACA QUE SE QUEDÓ SIN CENCERRO

¡¡Esa soy yo!! Por eso ando "como vaca sin cencerro". No es que mi cencerro fuera un adminículo vital en discurrir de mi cotidinidad, pero fue llegar la gripe y el cencerro se extravío para nunca más volber.

El día de reyes los señores de oriente parece ser que además de lo habitual (oro, incienso y mirra) tb iban con las bodegas de los camellos a tope de virus de la gripe; a mí concretamente me tocó el de "gripe intestinal" que es como las demás gripes pero con el bonito añadido de nauseas, acciones eméticas y flojera intestinal (fijése el lector de mi gran tacto para hacer parecer algo tan guarrindongo como vomitar y tener cagalera, casi como un parrafo poético y anodino)

Yo que soy postulante eterna a Dama de las Camelias, acogí al perverso virus en mi seno el día de autos mencionado, y es hoy que aún no nos hemos despedido del todo. Quisiera trasmitir lo requetemuy malísima que he estado (tanto que prometí dejar de fumar y hasta recé), pero para que traer a las mientes malos recuerdos... El desenlace fueron cincuenta y poquísimos quilos en mis carnes blancuzcas y una debilidad tal que un niño de 6 años me podría robar el bocata y hasta darme una paliza.
Lo bueno de estas delgadeces es que me estoy pegando unos lotes a comer que quitan el sentio (claro que ahora que he llegado a 62 kilicos digo yo que tendré que dejar de hacer mis 7 comidas al día más los dos aperitivos nocturnos, no vaya a pasar de ser un zombi famélico y despatarrao a LadyMoby Dick; la ballena campesina)

Pues eso, que he estado muy muy mala, que mi santo creo que ya se ha ganado el carnet de santo vitalicio ( ¿Cúantas veces se le puede pedir a tu costilla, con la voz quebrada por el sufrimiento y las nauseas, que te haga algo de cenar y cambiar de idea? Yo he llegado a 6, aunque cuenta algunas leyendas que en Bora Bora hay una isleña que llego hasta 7 - mucho fantasmilla hay por el globo terraqueo - ... )

En cuanto me encuentre mejor (y venga el técnico a arreglar los ordenatas, que tan despachurringados) Seguiré informando de mi agitada y fascinante vida campestre.

Un besote para todos

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