01 junio 2007

Cuestiones transcendentales del matrimonio II


Esta semana he cogido un catarro a los oídos y ando por la vida como si me hubiera tomado media botella de coñac en ayunas; voy dando tumbos como una borrachuza porque al tener los tímpanos un poco inflamados el sentido del equilibrio se ve alterado, y en fin... que ando tropezando por las esquinas como rompetechos. Lo bueno de parecer que llevas una tajá del 9 , es que me han liberado de mis obligaciones y he tenido tiempo de sobra para hacer el vago y plantearme nuevos retos.
¡¡Así que me decidí a comprar otras sábanas de vacas, de esas que tanto le gustaron a mi santo!! Esta vez en azul; para no repetirme. Voy a tener que contratar una secretaria para que tome nota de todas mis azañas y nuevos retos; tanto estres me mata...

La escena se desarrolla así:

-¡Vaya, vaya, las vacas mironas tb existen en azul!

-¡¿Verdad que es genial?! - le respondo yo a mi santo con toda la alegría del mundo mostrando ese dechado de elegancia que son las sábanas con vacas

-Si... - él no parece tan emocionado - ahora me sentiré observado por vacas venusianas

-¿Venusianas?

-Por lo del azul...

-Ahhh, azul, vacas, Venus - pero por más que hago asociaciones no lo capto - ¿Qué tiene que ver el azul con Venus?; a mí me pega más el rosa o el rojo por eso de la Diosa del amor y tal y tal

-Los marcianos eran verdes y los venusianos azules

-¡¡Cielos, como se me ha podido pasar por alto algo así!! - tengo que repasar la biblia de los tópicos estelares

Bueno, da igual ¿Por qué has comprado las mismas sábanas?

-No son las mismas; estas son azules - me gusta enfatizar las cosas

-¿Y...? - insiste de nuevo mi santo

-Pues como las otras te gustaron tanto, pedí por intenes éstas. Las hay tb en verde

-¡Me encanta ver que nos entendemos tan bien! Pero por favor, que acabe ya esta plaga de vacas mironas; ¿No te podía dar por comprar sábanas con florecillas y esas cosas?

-Entonces... de las verdes ni hablamos ¿no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Azul, vaca, Venus. Asociaciones medievales al pecado de la lujuria