14 junio 2007

Mis 3 Minutos de fama




Decía el pocholín desteñido del pop-art (tb conocido por Andy Güarjol) que todo el mundo tenía sus 3 minutos de fama.


Parece ser que mis 3 minutos de fama me los adjudicaron teniendo yo un añito de vida, cuando mi abuela me llevo con ella a Suiza; Ella y yo salimos en la televisión (aquella televisión monocromática de la dictadura) porque aquel día se inaguraba el aeropuerto de Asturias y mi abuela que siempre ha sido muy aventurera y muy orgullosa de su estirpe, se acercó a las cámaras de televisión y les dijo que a los reporteros que cubrían el evento que ya que estaban allí para lo de la inaguración, que sacaran a "la su nena" (uséase, yo) que era lo más bonito y joven del aeropuerto. Y hete tú que así me comieron mis tres minutos de fama sin que yo fuera consciente; eso sí, salí muy mona por lo que cuentan...


Parece ser que Fortuna, el Karma, el destino o "H" (llámenlo como quieran), vieron que esos tres minutejos de fama que me correspondían como humana del mundo mundial, pues que me fueron adjudicados teniendo yo muy poca consciencia de ellos, así que de nuevo se me volvieron a adjudicar otros tres minutos de fama, esta vez en pleno uso de mis facultades mentales.


Fue teniendo yo venti pocos años, época en la que tb estaba muy mona ( ¿Quién no lo está a esas edades? ) y me cojió en lo que sería mi primer tratamiento oseo en un balneario allá por los "90". El caso es que el balneario estaba lleno de jubilados y jubiladas y yo era la única persona con menos de 70, 60, 50, 40 y hasta 30 años. A mi santo no lo contaron por que iba y venía ya que trabajaba y no siempre se podía quedar conmigo.


El caso es que una tarde aparecen por allí un grupito de periodistas y como a parte de tomar los oportunos baños y descansar, no había mucho que hacer, pues para allá que me fui a preguntear y cotillear. Cuando me dijeron que estaban haciendo un reportaje sobre el balneario y que era para salir en el semanal que acompañaba al periódico los domingos, les pregunté si necesitaban que los ayudara o si simplemente no les importaba que lso acompañara ¡Y allá que me pegue yo a los reporteros como una intrépida reportera! Cuando ya había pasado un par de horas (entretenidísimas) uno de ellos me pregunta que cual es mi trabajo en el balneario, yo les digo que yo no trabajo allí, que estoy como clienta, y entonces ellos muy gratamente sorprendidos me dicen que eso es genial, que me sacaran unas cuantas afotos y me harán una entrevista. Y para colofón, me preguntan que si me gusta leer, y yo les explico que me había traido "La montaña mágica" (de Thomas Man y cuyo argumento transcurre en un balneario) y Fundación (de Asimov) que no les hizo mucho tilín y lo obviaron.

Así que me sentarón en un sillón orejero del salón y con el libro de Thomas Man abierto me sacaron unas cuantas fotos. Tb me sacaron alguna andando por una preciosa alameda que había, me hice unas cuantas fotos con abuelos diversos, me preguntaron cosas chorras sobre balnearios y cuando al fin acabaron nos fuimos a tomar unas cervecitas.

El Domingo en cuestión salía yo (en el suplento), paseando por la alameda como una intelestuar, con mi libro de "La montaña mágica" colgado del brazo. Tb salí sentada en el sillón orejero aquel, aunque creo que esta foto la incluyerón por la escasez de tela en mi falda y el pronuciado escote; era verano, tenía ventitantos años y las cannes firmes firmes... Eso si, de mis quejas a cerca de porque a los abuelos les subvencionaba el gobierno el balneario y yo lo tenía que pagar de mi bolsillo no salió nada...

Y ese fue el bis de mis 3 minutos de fama; ser portada de un suplemento dominical en un periódico. Aunque he de reconocer que lo más divertido de estar allí un par de semanas fue ver como todos los abuelos solteros o viudos me trataban como a la reina de Saba, pero eso es otra historia...















3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y dónde o cómo podríamos ver ese suplemento?

Lo digo por Thomas Mann, no por la falda.

Llosef

Stiletto dijo...

Wow... en cambio, soy vergonzosa para salir en la TV o en revistas... ¡qué cosas!

Besos

Anónimo dijo...

Ja ja ja ja LLosef, ahora que hace 20 años de casi todo la única pista que te puedo dar es que anda allá por la prehistoria ...El suplemento lo tuve un montón de años hasta que mis miles de mudanzas fueron acabando con al arqueología de mi vida.
María, hoy por hoy, no dejo yo que me saquen en un medio de comunicación ni jartita vino, pero en mi descarga diré que era joven, feliz (me acababa de casar) e inconsciente (el mundo era de un maravilloso color rosa rosa rosa; ¡¡Lo que hace el amor ozú!!)

PD Maliciosa: Aún conservo la falda (la había hecho yo) y como este año me he quedado muy flaca me la he podido volver a meter ¡¡¡Ahhh el libro tb!!! (¡Por poco acabo pareciendo una rubia intranscendente! ja ja ja ja)